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Meditación

Meditación

 La meditación no es una técnica, es un estado. De hecho podemos considerar que ya meditamos en la vida corriente (cuando analizamos los problemas, cuando nos enamoramos) aunque normalmente hacemos un mal uso de la meditación que lo que consigue es debilitarnos. De la ignorancia surgen la aversión y el aferramiento (particularmente al yo). Este proceso genera la separación del Todo y provoca ese miedo, esa soledad vital, esadesarmonía en fin. La meditación es la herramienta que usamos para desaprender este proceso, para armonizarnos. Para armonizarnos primero debemos llevar a la práctica un comportamiento ético con el entorno. No podemos meditar si no estamos en "paz" con los demás. Aún en este entorno aparentemente pacífico la mente sigue agitada. Es entonces cuando con la práctica de la concentración (meditando) conseguimos pacificarla. Y una vez pacificada, con la práctica de la sabiduría (meditando), iremos mas allá del aferramiento al yo y conseguiremos armonizarnos. Meditar es familiarizarse (tib. Gom familiarizarse) Los dos primeros obstáculos que encontraremos son la agitación y el adormecimiento. Este último estado relajado es a menudo confundido por los principiantes como el objetivo de la meditación, el relajarse. De lo que se trata es de encontrar el punto de no-lucha en el cual estoy plenamente presente y no actúo desde la acción reactiva basada en el aferramiento-aversión, si no desde la libertad,con claridad, ecuanimidad y armonía. Meditar es conectar con lo que somos. Es un trabajo de permitir que desaparezcan todas aquellas cosas que impiden que se experimente nuestra propia naturaleza búdica. El camino de la meditación es el de la pacificación. Por ello no debemos seguir nuestros pensamientos ni tratar de apartarlos. El problema principal para los principiantes es el instinto de "querer algo" que nos llevamos a la meditación y que no es mas que aferramiento disfrazado.. La actitud correcta es la de "salto al vacío", de soltar, mantener una presencia en la que dejo de perseguir y de luchar. La mente, como un caballo cuando lo sacas al prado, salta, se encabrita, corre y al final se apacigua por si misma y se calma. Y no se apaciguará si la persigues con un lazo para ello.

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